Como médico, no puedo enfatizar lo suficiente la importancia de la atención preventiva en la comunidad hispana. Es un hecho bien conocido que los hispanos en los Estados Unidos se ven afectados de manera desproporcionada por enfermedades crónicas como la prediabetes, la obesidad y la hipertensión. Al adoptar un enfoque preventivo para la atención médica, podemos reducir significativamente el riesgo de estas afecciones y mejorar la calidad de vida en general para las personas hispanas. 

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las 10 principales causas de muerte para los hispanos en los Estados Unidos incluyen enfermedades cardíacas, cáncer, lesiones no intencionales, derrames cerebrales, diabetes, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, enfermedad de Alzheimer, enfermedad renal, influenza y neumonía y suicidio. Muchas de estas condiciones pueden estar directamente relacionadas con las elecciones de estilo de vida, lo que hace que la atención preventiva sea aún más crucial. 

Una de las barreras para acceder a la atención preventiva en la comunidad hispana es la falta de servicios de atención médica culturalmente sensibles. Los proveedores de atención médica deben reconocer y abordar las diferencias culturales y de idioma para garantizar que los pacientes hispanos reciban la atención adecuada. Los proveedores de atención médica bilingües, materiales educativos sobre salud culturalmente competentes y programas comunitarios pueden ayudar a cerrar la brecha y mejorar los resultados de salud para la población hispana. 

Un aspecto esencial de la atención preventiva para los hispanos es aumentar la conciencia sobre la importancia de la educación en salud. Conocer las enfermedades crónicas, sus factores de riesgo y cómo prevenirlas puede empoderar a las personas para que tomen el control de su salud. Los programas de alcance comunitario, las campañas en redes sociales y los talleres educativos pueden ayudar a difundir información y fomentar la adopción de estilos de vida más saludables. 

La actividad física regular es una de las formas más efectivas de prevenir enfermedades crónicas. La American Heart Association recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa por semana. Sin embargo, antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es fundamental consultar con su médico para asegurarse de que su salud permite tales actividades. La actividad física debe adaptarse a las preferencias y habilidades individuales, lo que la hace más agradable y sostenible a largo plazo. 

Los CDC muestran que aproximadamente el 17 % de los adultos hispanos en los Estados Unidos tienen obesidad y el 18,3 % de los adultos hispanos viven con diabetes diagnosticada o no diagnosticada. Estas cifras subrayan la necesidad de cambios en el estilo de vida que promuevan una mejor salud. 

Para mejorar la salud en general, es fundamental adoptar hábitos alimenticios más saludables. Esto incluye incorporar más frutas y verduras frescas, granos integrales, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa en su dieta diaria. Además, es esencial limitar el consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas y cantidades excesivas de sal. También se deben tener en cuenta las consideraciones culturales al promover hábitos alimenticios más saludables. Por ejemplo, los platos tradicionales hispanos pueden modificarse utilizando métodos de cocción más beneficiosos y sustituyendo ingredientes por alternativas más saludables. 

Fumar y el consumo excesivo de alcohol son otros dos factores de estilo de vida que contribuyen significativamente a las enfermedades crónicas. Alentar a los hispanos a dejar de fumar y adoptar hábitos de consumo responsable de alcohol puede reducir su riesgo de desarrollar problemas de salud. 

Las revisiones y chequeos médicos regulares son otros componentes vitales de la atención preventiva. Estas visitas pueden ayudar a detectar problemas de salud potenciales en una etapa temprana, permitiendo intervenciones oportunas y mejores resultados de salud. Se debe alentar a los hispanos a programar citas regulares con sus proveedores de atención médica para revisiones como chequeos de presión arterial, pruebas de colesterol y exámenes de diabetes. 

La salud mental es un aspecto esencial del bienestar general que no debe pasarse por alto. La comunidad hispana enfrenta factores estresantes únicos, como el estrés relacionado con la inmigración y los desafíos de la aculturación. El acceso a servicios de salud mental culturalmente sensibles es vital para abordar estos problemas y promover el bienestar general.

En conclusión, la atención preventiva es un componente esencial de un estilo de vida saludable para los hispanos. Al participar en actividad física regular, adoptar hábitos alimenticios más saludables y consultar con un médico, podemos reducir significativamente el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar la salud en general. 

Los esfuerzos para abordar las barreras culturales y lingüísticas, promover la salud mental y garantizar el acceso a revisiones médicas regulares contribuirán aún más a mejores resultados de salud.

(*) Médico y consultor sanitario, emprendedor y autor de Chat GPT Healthcare.