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Rivera’s role at ALPFA is to shape the next generation of Latino professionals across the U.S.  Harrison Brink/AL DÍA News.
El papel de Rivera en ALPFA es formar a la próxima generación de profesionales latinos en todo EE.UU.  Harrison Brink/AL DÍA News.

Un propósito encontrado

El viaje de Damian Rivera hasta liderar ALPFA estuvo lleno de altibajos, pero de la tragedia surgió el camino que siempre ha buscado.

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Damian Rivera, CEO de la Asociación de Profesionales Latinos para América (ALPFA), no es ajeno a los incidentes que cambian el rumbo de nuestras vidas. Como la mayoría de los líderes de éxito, ha aprendido de sus propias experiencias y utilizado el conocimiento para servir a su comunidad.

Con tan solo nueve años, Rivera presenció un incidente traumático cuando vivía en Harlem, Nueva York, con su familia. Un día, la policía se presentó en la puerta de su casa, alertando a su padre que alguien había sido empujado desde el techo de su edificio de apartamentos y  preguntó a la familia si habían escuchado algo.

Un amigo llamado Paul

El incidente impactó profundamente a Rivera, causándole problemas de ansiedad. Le preocupaba constantemente que algo malo le pasara  a sus padres y no volvieran a casa. Estaba tan angustiado emocionalmente que en la escuela no podía concentrarse y no podía hacer amigos cercanos.

Un día, le pidió a su maestra que le dejara el pase para ir al baño, pero en lugar de ir al baño y regresar al aula, salió del edificio y no regresó. Esto solo empeoró su estatus social, ya que sus compañeros se enojaron con él porque se había llevado el el único pase para el baño.

Las cosas no pintaban bien para Rivera hasta que tuvo la suerte de conocer a un compañero de clase llamado Paul, quien rápidamente se convirtió en su amigo y prometió estar allí para él.

Rivera quedó desconcertado por este acto de compasión de una persona que no tenía ningún incentivo para ayudarlo.

“Recuerdo vívidamente a Paul diciéndole a mi mamá, ‘está bien. Yo me ocuparé de él’. Y lo hizo. Hizo que estuviera bien que yo pudiera concentrarme en mis estudios ”, dijo Rivera a AL DÍA.

“Recuerdo vívidamente a Paul diciéndole a mi mamá, ‘está bien. Yo me ocuparé de él’. Y lo hizo. Hizo que estuviera bien que yo pudiera concentrarme en mis estudios ”, dijo Rivera a AL DÍA.

Una de las razones por las que esta amistad fue tan vital para Rivera durante ese curso (cuarto grado) fue porque su clase pasó por cinco, seis o siete maestros diferentes. Su clase era tan disruptiva que ningún maestro podía manejarla. Rivera y muchos de sus compañeros comenzaron a internalizar esta experiencia, sintiéndose no deseados e indignos.

A mitad del año escolar, una maestra que era amiga de la infancia de la madre de Rivera, llegó a la escuela y se hizo cargo de su clase. Ella entendía el vecindario y a los niños, y pudo controlar el aula y motivar a los estudiantes para que tuvieran éxito.

Mientras tanto, Rivera no paraba de escuchar cosas negativas en las noticias sobre su vecindario, como la epidemia de drogas y lo horrible que era la comunidad. Pero en lugar de sentirse estancado o desesperado, recurrió a su familia en busca de apoyo, y ellos pudieron motivarlo para que sacara lo mejor de él y alcanzara su potencial.

Rivera pasó 20 años en Accenture antes de asumir el papel principal en ALPFA.   Harrison Brink/AL DÍA News.
El sueño de ser ingeniero

Cuando estaba en la escuela secundaria, el abuelo de Rivera falleció, y en el funeral, su papá le señaló a Rivera a un hombre en una esquina que llevaba barba, chaqueta de cuero y jeans. El hombre en cuestión era ingeniero y su padre le dijo “eso es lo que tú vas a ser”. Damián se tomó en serio ese consejo y lo siguió.

Al ver que alguien parecido a él podía ser ingeniero, se entregó con vigor a los estudios y obtuvo una licenciatura en ciencias e ingeniería química y bioquímica de la Universidad de Rutgers. Posteriormente, obtuvo un MBA de la Universidad de Columbia, donde se especializó en emprendimiento social.

Al terminar, Rivera  pasó 21 años trabajando en el gigante de la consultoría multinacional, Accenture, y eventualmente se convirtió en director gerente del área de recursos públicos. Mientras estuvo allí, también dirigió el grupo de atención a empleados hispanoamericanos de la empresa.

La trayectoria profesional de Rivera fue siempre muy clara y planificada, y durante mucho tiempo sintió que estaba en el lugar correcto. Sin embargo, todo cambió en 2014 cuando una explosión de gas provocó el derrumbe de una iglesia en su Harlem natal.

Regreso a Harlem

Sub Title (Inter-Title)Rivera regresó inmediatamente a su ciudad natal, sintiendo la fuerte obligación de hacer todo lo posible para ayudar. Varios de sus compañeros de trabajo en Accenture se unieron a él y crearon una página en GoFundMe para recaudar dinero para la comunidad.

“De un día para otro estoy de vuelta en mi ciudad tratando de averiguar cómo arreglar las cosas. Porque he sido consultor durante 20 años, y eso es lo que hago. Arreglo las cosas que están mal. Y me doy cuenta de que no tengo ni idea de cómo solucionarlo. Así que hice lo que pude. Conseguí un coche de alquiler para transportar a la gente, ayudé a transferir fondos, dí dinero para ayudar en lo que fuera. Me tomé un par de semanas libres del trabajo para ayudar ”, explicó Rivera.

Fue este incidente el que hizo que Rivera se diera cuenta de que la vida era muy corta y muy frágil, empujándolo a reflexionar sobre su carrera hasta ese momento, y si estaba cumpliendo o no con su propósito.

Poco después, Accenture estaba a punto de lanzar el primer producto marcado con el nombre de Rivera, pero la operación fracasó. Parecía como si todo se derrumbara frente a sus ojos y, nuevamente, Rivera empezaba a cuestionarse el rumbo de su vida.

Rivera atribuye el éxito de la organización el tiempo que los profesionales dedican a las nuevas generaciones en ALPFA.  Harrison Brink/AL DÍA News.
Aterrizaje en ALPFA

Durante este tiempo de autorreflexión y contemplación, un compañero de trabajo de Accenture le habló de ALPFA, la Asociación de Profesionales Latinos para Estados Unidos, y le sugirió que le diera un vistazo.

“Me dijo ‘oye, hay un programa en Nueva York que pone en contacto al gobierno con organizaciones sin fines de lucro y el mundo corporativo para resolver problemas sociales, ¿por qué no haces este programa?’ Así que lo hice, entré en este programa fenomenal y me ayudó a ver cómo puedo usar lo que he aprendido para lograr algo más impactante y alineado conmigo y con mi voz”, dijo Rivera.

Luego le presentaron al ex CEO de ALPFA, quien lo animó a unirse a la empresa como su sucesor. Rivera dudó al principio y decidió analizar la organización, pero de inmediato sintió que era el lugar donde tenía que estar.

Unos meses más tarde, Rivera experimentó otro incidente que iba a cambiar su vida: su tía (su didi) fallecía a causa de un melanoma con solo 50 años.

El papá de Rivera fue el único valiente que se atrevió a decir lo que nadie se atrevía. “Ha llegado la hora”, y la familia llevó a cabo los deseos de su tía y la desconectaron de su soporte de vida.

La última conversación que tuvo Rivera con su amada didi fue la que lo llevó a asumir el cargo de CEO de ALPFA. Él le había hablado sobre la nueva oportunidad que se le presentaba para hacer una diferencia en su comunidad y apoyar a los profesionales latinos.

“Hazlo todo y disfrútalo todo”, le respondió su tía.

“Hazlo todo y disfrútalo todo”, le respondió su tía.

Desde ese momento, Rivera ya no tuvo dudas sobre cuál sería su próximo paso.

Disfrutar de cada paso

Poco después de que Rivera asumiera su nuevo rol como director ejecutivo, mientras caminaba desde su hotel hasta su primera reunión de la junta, vio un enorme letrero que decía “disfrútalo”, las mismas palabras de su didi.

Rivera estaba convencido de que era una señal de que iba en la dirección correcta. Estaba dispuesto a ayudar a las personas y a su comunidad, “especialmente en un momento en el que necesitamos que la gente intervenga, hable y actúe”.

“Si Dios quiere, viviré mucho, mucho tiempo. Quiero poder decirles a mis nietos y bisnietos que cuando las cosas se pusieron difíciles y tuve la oportunidad de hacer algo, lo hice. Por eso hago lo que puedo. Amo lo que hago ”, dijo Rivera.

Cuando comenzó la pandemia, Rivera estaba recibiendo llamadas de estudiantes sobre la pérdida de sus pasantías, y en unas pocas semanas, ALPFA pudo crear un programa que permitió a los estudiantes cobrar, obtener conexiones con empresas y aprender habilidades que podrían aplicar en sus trabajos en los años siguientes.

“Es especial. Es asombroso porque [ALPFA] es un grupo de personas que siempre buscan poder generar un impacto juntos ”, dijo Rivera.

Actualmente, la organización está invirtiendo en una plataforma tecnológica que brindará a los latinos de todo el país oportunidades de aprendizaje, habilidades orgánicas para establecer contactos y otros recursos como creación de riqueza, salud y bienestar y dominio de los negocios.

“Por ejemplo, un estudiante de Utah que quiera hacer algo en finanzas, pero no sabe exactamente qué, puede conectarse con un líder de capital privado que resulta que también es latino”, dijo Rivera.

Estas conexiones permiten que los estudiantes puedan proyectarse a sí mismos en posiciones o carreras que antes no creían que fueran posibles porque no tenían conexiones, conocimientos o incluso un modelo a seguir que se les pareciera.

“ALPFA no es el héroe de esta historia, son las personas que se unen y los profesionales que dan su tiempo a los estudiantes, y los estudiantes que están ofreciendo su tiempo unos a otros”, explicó.

Desde el año 2019, los hispanos representan el grupo racial más grande de los EE. UU., con un 18,3%, pero solo ocupan alrededor del 4,3% de los puestos ejecutivos. 

ALPFA también trabaja arduamente para cerrar esta brecha al ofrecer a los aspirantes a profesionales las herramientas y conexiones que necesitan para ascender en las filas de sus industrias.

“Creo que la comunidad latina tiene una diversidad asombrosa y maneras asombrosas de poder unirnos y lograr avanzar en muchos temas. Y con todo eso, debemos ayudar a enseñar a otros cómo mejorar en este aspecto. Tenemos que asegurarnos de que avanzamos continuamente y nuestra comunidad tiene capacidad para liderar esto”, concluyó Rivera.