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Imagen de la película boliviana Utama.
La crisis climática en las poblaciones apartadas hace parte de la historia de esta cinta. Foto: @wallyrgr.

Utama, la película boliviana ganadora en el Festival de Sundance

Sundance, el festival de cine independiente más importante del mundo, premió a la cinta boliviana dirigida por Alejandro Loayza.

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Utama, la primera cinta del boliviano Alejandro Loayza, que nos presenta una historia de amor entre dos adultos mayores de la comunidad indígena quechua, enmarcada en las condiciones extremas con las que el cambio climático somete al planeta, fue reconocida con el premio del jurado en la sección internacional del Festival de Sundance.

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“En el árido altiplano boliviano, una pareja de ancianos quechuas vive la misma cotidianidad hace años. En medio de una sequía, Virginio (80) se enferma y consciente de su inminente muerte vive sus últimos días ocultando la enfermedad a Sisa (81). Además, se resiste a migrar a la ciudad como el resto de su comunidad. Todo se precipita con la llegada de su nieto Clever (23), que llega de visita con noticias. Los tres enfrentarán, cada uno a su manera, la sequía, los cambios y el sentido de la vida”. Esta es la sinopsis oficial de Utama, palabra que en lengua aymara significa “nuestro hogar”.

Las locaciones

En declaraciones que dio Loayza al diario español El País, recordó que en medio de la producción de una serie de documentales que hacía para descubrir cómo vivían otros compatriotas en su país, Planeta Bolivia, un día viajó al municipio de Santiago de Chuvica, donde de inmediato decidió que esa sería la locación de su película.

Habiendo iniciado su carrera en el cine en el área de foto fija, lo que lo apasionó a contar historias con imágenes, el escenario escogido por Loayza para producir su película no fue una cuestión de capricho, especialmente porque nunca es fácil filmar en el desierto. 

Los paisajes fueron cuidadosamente escogidos por la producción para hacer énfasis en uno de los temas importantes que aborda la película, el cambio climático y su efecto en la búsqueda de aquellos recursos indispensables para la vida, como lo es el agua. Asimismo, Loayza buscaba poner de manifiesto el contexto actual en el que las poblaciones, ante la escasez, entre otros, del preciado líquido, se ven forzadas a desplazarse de sus hogares para intentar sobrevivir en otro lugar. Para el director, estas son las “historias urgentes que hay que conocer”.

Gracias a la técnica utilizada durante la filmación, varios planos de la cinta han sido asociados por la crítica especializada con la estética del western. “No hay una cámara en la que entre semejante desolación y amplitud en un cuadro cinematográfico. Tomamos decisiones que nos llevaron a tener el cuadro lo más amplio posible. La directora de fotografía, la uruguaya Bárbara Álvarez, es una de las mejores de Latinoamérica y fue un lujo contar con ella. Entendió la película que yo quería contar, entendió el lenguaje que yo quería manejar. Teníamos la misma sensación de los personajes y su relación con el paisaje. El resultado es lo que queríamos y eso es lo importante”, subraya Loayza.

Una historia de amor

Utama nos narra una historia de amor entre Virginio y Sisa, interpretados por los actores naturales José Calcina y Luisa Quispe, dos octogenarios quechuaparlantes quienes al principio no se interesaron por participar en la cinta, pero a los que Loayza les agradece enfáticamente por su generosidad y por dar lo mejor de ellos para la película. 

Imagen promocional de la película boliviana Utama

En medio de la humilde rutina de la pareja de adultos mayores, una enfermedad atormenta a Virginio quien no desea preocupar a Sisa y tampoco quiere dejar sus tierras para trasladarse a la ciudad, así esta sea la opción más viable para no morir. 

Además de la relación de esta pareja, la cinta también explora decididamente la relación del hombre con su entorno, en este caso un espectacular y dramático Altiplano boliviano, donde la acción, o inacción de las comunidades, han generado condiciones de vida imposibles para las personas, agotando cada día más los recursos y obligándolos a abandonar sus tierras y a dejarlas en medio del silencio y el olvido. 

Loayza también destaca:

Todos estamos de paso por este mundo, pero dejamos un legado y dejamos una huella, así que es cuestión de decidir qué huella quieres dejar y dónde dejarla