Jezabel Careaga ha sido una apasionada aprendiz a lo largo de toda su vida, pero desde hace un tiempo es ella quien se dedica a enseñar a los ciudadanos de Filadelfia a llevar una vida más saludable y sostenible, ofreciéndoles al mismo tiempo el sabor auténtico de la cocina sudamericana.

Todo empezó hace más de diez años, cuando Jezabel, que ya tenía experiencia  previa en montar empresas y restaurantes en su país natal, Argentina, y en Miami, llegó a nuestra ciudad para abrir un pequeño café en el barrio de Fitler Square.

“Cuando empezamos era simplemente una cafetería normal, para el día a día” dijo Jezabel.  

Sin embargo, fue añadiendo poco a poco algunos toques de la cocina argentina, como empanadas y alfajores, que en ese momento no se ofrecían en la ciudad.

“Tuvimos que enseñar al público lo que es la cocina argentina”, explicó Jezabel, “porque los clientes entraban pidiéndonos salsa picante para poner en sus empanadas”.

La especialidad de Jezabel es la gastronomía de Jujuy, su provincia natal, en el noroeste de Argentina. Debido a su ubicación, cerca de Chile, Bolivia y Perú, la comida local es bastante diferente de la del sur, donde se sitúa Buenos Aires. Las opciones son más picantes y sabrosas, y contienen más maíz. Estos pequeños toques se notan en las empanadas que prepara.

No obstante, Jezabel es una maestra de la cocina y le encanta preparar comida de todo el mundo. A veces cocina empanadas chilenas, más gruesas y dulces que las argentinas,  y comenta entusiasmada su próximo viaje a Londres, donde va a indagar en la cultura de té.

Su pasión y emoción por aprender es algo que intenta transmitir a sus clientes, que se dirigen a ella para pedirle consejos no solo sobre comida, sino también sobre cómo vivir una vida más sostenible en general. Con este fin, ha abierto un local nuevo, Jezabel’s Studio, en West Philadelphia, un agradable café con muebles que construyó junto a su hermano, quien le ayudó con la carpintería de metal.   

En este tranquilo y relajante espacio, Jezabel ofrece clases de cocina, que van desde cómo hacer empanadas y la pizza argentina, a cursos de cocina en general. La idea le ha permitido crear un nuevo espacio de creatividad y experimentación culinaria, pero también le sirve para dar algo en retorno a sus clientes.  

“Quiero enseñar a la gente cómo cocinar cosas pequeñas que luego tienen un gran impacto a largo plazo –explicó– incluso algo tan fácil como cortar una cebolla”.

Por ejemplo, en vez de pedir a los estudiantes que preparen y horneen los bollitos en el Studio, les hace salir de clase con una bandeja con los ingredientes preparados para que puedan acabar de cocinarlos en su casa.

Igualmente, el Studio también ofrece una selección de artículos que Jezabel cree que mejorarán y facilitarán la vida de sus clientes, haciéndola más sostenible, como las toallas turcas, que ocupan menos espacio y se secan rápidamente.  

“Soy una gran defensora de las toallas turcas”, dijo Jezabel. “Y quiero que otras personas también se beneficien de su uso”.

Centrarse en la comunidad y mantener un ambiente seguro y acogedor es una prioridad para Jezabel.

“Al final, hablar de comida es hablar de familia”, comentó Gabriel Machado, director de desarrollo empresarial y comunicación del equipo de Jezabel. “La familia se reúne alrededor de la comida”.

De cara al futuro, Jezabel está pensando en abrir otro local, esta vez en la Patagonia donde viven sus padres.

“Se trata de ir más allá de Filadelfia. Quiero crear una empresa con un propósito”, dijo. “Donde mis empleados sientan que forman parte de algo”.

Para saber más sobre Jezabel, sus cafés o sus clases de cocina, visite jezabelsstudio.com. El estudio ofrecerá un taller especial de empanadas el próximo 5 de abril para celebrar el Día Nacional de la Empanada.