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Revuelo en Guatemala por caso de espionaje y cambio de cúpula militar

Un juez penal de Guatemala ordenó el lunes el arresto domiciliario en contra de Carlos Quintanilla, ex jefe de seguridad del presidente Álvaro Colom, acusado…

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Un juez penal de Guatemala ordenó el lunes el arresto domiciliario en contra de Carlos Quintanilla, ex jefe de seguridad del presidente Álvaro Colom, acusado de espiar al gobernante.

El juez Jerónimo Xitumul valoró el hecho de que Quintanilla se haya entregado de forma voluntaria a la Justicia, pero lo ligó al proceso penal por los delitos de espionaje genérico, interceptación de comunicaciones y revelación de secretos, y le ordenó presentarse todos los lunes al tribunal a firmar un libro, mientras la Fiscalía concluye la investigación.

Quintanilla, ex secretario de Asuntos Administrativos y Seguridad de la presidencia, estaba prófugo de la justicia desde septiembre pasado, cuando Colom denunció ser objeto de espionaje.

El pasado 4 de septiembre, Colom denunció el hallazgo de equipos de espionaje en su despacho de Casa Presidencial y en su residencia privada.

Dos días después, un juzgado penal emitió una orden de captura en contra de Quintanilla y del titular de la desaparecida Secretaría de Análisis Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Solano, como principales sospechosos del espionaje.

Tras conocer la decisión del juez, Quintanilla señaló a Manuel Galeano, titular de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado (SIE), de ser el responsable del “montaje” en su contra.

Galeano, un ex guerrillero y antiguo miembro de la seguridad personal de Colom, fue el que halló los aparatos de espionaje en el despacho y residencia privada del presidente.

Por otra parte, el domingo Colom destituyó a su ministro de Defensa, el general Marco Tulio García Franco, y relevó a toda la cúpula militar, un cambio que consideró “necesario” para su administración.

Colom descartó que su decisión se deba a algún tipo de insubordinación por parte de los cesados, y aseguró que las Fuerzas Armadas “son una institución apolítica, obediente y no deliberante (que) mantienen su completa subordinación al poder civil”.