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AnnaMaria Fernandez se graduará del Muhlenberg College en mayo de 2024. Foto: Cortesía

¿Por qué las afrolatinas sienten la necesidad de demostrar de probarse a sí mismas?

AnnaMaria Fernandez, estudiante de último año en Muhlenberg College, comparte lo que significa ser afrolatina en espacios dominados por blancos.

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AnnaMaria Fernandez es una estudiante afrolatina del Muhlenberg College con una doble licenciatura en teatro y sociología y una especialización menor en danza. Ella compartió con AL DIA su trayectoria académica, su pasión por las artes y su deseo de trabajar en campos relacionados con la diversidad, equidad e inclusión (DEI por sus siglas en inglés)

Hija de madre puertorriqueña y padre haitiano, Fernández enfatiza la importancia de su identidad como afrolatina que se desenvuelve en espacios dominados por blancos porque "como persona de color, siempre voy a tener que trabajar para demostrar mi valía en espacios blancos".

"Siempre voy a tener que trabajar para probarme a mí misma en otros espacios también, pero creo que el privilegio se está volviendo más difícil de navegar para mí", explicó Fernández, que asistió a una escuela predominantemente blanca de 1º a 12º grado.

"No tuve que demostrar que era inteligente o digna", asegura Fernández, puesto que todos los alumnos ya la conocían.

Sin embargo, las cosas cambiaron para la afrolatina en Muhlenberg, donde sintió que tenía que rehacer todos sus esfuerzos anteriores y "trabajar para convertirme en un nombre que sea representativo de quien soy en lugar de sólo ser quien soy"; una distinción importante que sabe que pasa desapercibida por su aspecto.

Como afrolatina, Fernández es apasionada por promover un cambio positivo en el campus. Pero señala que "lo afro o lo latino se borran de mi identidad" porque, por lo general, los demás se refieren a ella como negra o latina, de forma similar a como ella percibe que la institución la ve. 

¿Por qué no las artes?

Según los datos de Muhlenberg de diciembre de 2022, la clase de 2026 tiene un conjunto de estudiantes diverso, con un 29,7% de estudiantes de color, de los cuales el 15,7% se identifican como hispanos o latinos. El 21,7% son estudiantes de primera generación. Sin embargo, sólo el 18% de los estudiantes se especializan en artes liberales.

Fernández es apasionada por el arte utilizado como forma de activismo. Señala que una carrera en las artes no suele ser bien recibida en la comunidad latina o en las comunidades marginadas porque no siempre generan seguridad financiera o versatilidad, razones por las que necesitaba asegurarse de que podría financiar sus estudios y seguir una carrera en sociología, una especialidad más "estable".

"A menudo nos enseñan que el deporte es la única salida, sobre todo para los hombres jóvenes", explica. "No creo que eso sea ni la mitad de la verdad. Las artes, a menudo silenciadas y subestimadas -pero con el apoyo adecuado-, pueden encauzar a los jóvenes por caminos positivos."

Aunque las artes son su pasión, admite que después de haber tomado un curso de sociología en Muhlenberg, ella "entendió el mundo de manera diferente, y continué entendiendo el mundo de manera diferente". Por lo tanto, planea usar su pasión por el teatro y su nuevo amor por la sociología para utilizar el arte como activismo y utilizar los teatros como una forma de participación comunitaria que ofrezca programas para jóvenes en situación de riesgo en comunidades desfavorecidas y con pocos recursos.

"Es importante hacer olas en lugares donde no ves a gente como tú haciendo esas olas", asegura Fernández.

 DEI es necesaria

La afrolatina no es nueva en las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión. Fue una de las estudiantes detrás de la creación de la Alianza para la Equidad Racial de Connecticut (CARE por sus siglas en inglés), y su misión es "educar, crear conciencia y remover los problemas inherentes y profundamente arraigados que rodean la desigualdad racial en el voto y la educación en nuestra comunidad", centrándose en "la próxima generación de jóvenes".

Recientemente, Fernández curso una pasantía de equidad en salud en la Federacion de Planificacion Familiar de América en Allentown, Pensilvania, donde facilitó diálogos y planes de lecciones sobre DEI. También escribió para su boletín informativo para difundir recursos entre los empleados de Planned Parenthood.

"He trabajado mucho como mujer morena en un espacio blanco para hacer que los espacios blancos se abran más a las voces marginadas", subrayó. "Menos en el sentido de que necesito que me escuchen, y más en el sentido de que nuestros aliados deben amplificar nuestras voces. Y así, espero continuar mi trabajo de pertenencia de alguna manera o forma".

Sus esfuerzos y participación en DEI continúan en el campus como editora colaboradora de Muhlenberg Academic Review, facilitadora de Alliances for Justice Active Leadership y presidenta de relaciones públicas del grupo de afinidad de estudiantes de ascendencia caribeña.

Fernández ha encontrado su lugar en los últimos tres años y explica que le beneficiaría estar rodeada de gente que no necesita defender su cultura, y estar entre la comunidad Latinx le ayudaría emocional y profesionalmente.