Miles de personas se concentraron en las calles de Damasco, cerca de la embajada estadounidense en Siria, para condenar el ataque norteamericano contra una población siria fronteriza con Irak en el que murieron ocho personas.

Representantes religiosos, trabajadores, sindicalistas, así como alumnos de colegio y universidad salieron a la calle alentados por el régimen sirio, que ha condenado enérgicamente este ataque sobre el que el Ejército estadounidense aún no se ha pronunciado oficialmente.

Siria denunció el pasado domingo que cuatro helicópteros estadounidenses provenientes de Irak violaron el espacio aéreo sirio en la zona de Albu Kamal, a unos ocho kilómetros de la frontera iraquí y atacaron un edifico civil en construcción, lo que causó la muerte de ocho civiles.

Horas antes del comienzo de esta multitudinaria concentración, la misión diplomática en Damasco anunció que la embajada iba a permanecer cerrada el jueves debido "al aumento de inquietud por la seguridad".

Por su parte, las autoridades sirias desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad y numerosos agentes cierran los accesos que conducen a la sede diplomática de EEUU, para evitar posibles altercados.

"No podemos esperar a las decisiones de los organismos oficiales, tenemos que actuar nosotros y boicotear los productos estadounidenses", dijo un ciudadano que no se identificó.

La condena contra EEUU se mezcla, también, con lemas de apoyo al régimen sirio y a su presidente, Bachar al Asad, cuya foto es enarbolada por cientos de manifestantes.