El bambú es una yerba (aunque usted no lo crea) que crece comúnmente en ciertas regiones de Asia. Es un tallo duro y leñoso, y algunas variedades pueden crecer hasta 10 pies o más de altura.

El bambú se utiliza con diferentes propósitos, y es además ingrediente en la cocina de algunos países asiáticos. Los gigantescos osos pandas se alimentan exclusivamente de retoños de bambú.

Sin embargo, la planta es más conocidas por sus cualidades como excelente material de construcción, y se ha convertido en el ejemplo “verde” del movimiento constructivo, especialmente en opciones de recubrimiento de pisos.

El bambú es una de las plantas de más rápido crecimiento en el planeta, y puede proporcionar una biomasa más altamente utilizable que las fuentes tradicionales de madera para recubrimiento de pisos.

La mayoría de sus variedades alcanzan la madurez en 4 o 5 años. Una vez cosechado, sigue retoñando, renovándose en breve tiempo.

Los fabricantes de pisos sólidos de bambú (e incluso versiones creadas mediante ingeniería, consistentes en madera contrachapada con incrustaciones de bambú), garantizan su fuerza y durabilidad.

Varios estudios indican que el bambú puede soportar hasta 50.000 libras de presión por pulgada cuadrada, lo cual iguala o supera varios grados de fuerza del acero. Por esta razón, es una opción inteligente para el recubrimiento de áreas de gran tráfico, o donde pueden caer objetos, como es el caso de la cocina.

El bambú también se expande y contrae mucho menos que otras opciones de recubrimiento de madera sólida, y no se pandea ni se comba, lo cual puede ser ventajoso para los propietarios de viviendas ubicadas en zonas con grandes fluctuaciones de temperatura durante el año, o donde existen grandes situaciones de humedad.

La apariencia de grano único que ofrecen los pisos de bambú, ya sea horizontal o vertical, puede ser un elemento decorativo para el hogar. El bambú tiene un bronceado ligero natural, pero puede dársele múltiples acabados de color.