La reciente muerte de una niña de 8 años en Texas, identificada como Daisy Hildebrand, marca la segunda víctima infantil en el brote de sarampión que afecta al estado. Daisy, quien no estaba vacunada y carecía de condiciones de salud subyacentes, falleció el jueves pasado debido a una insuficiencia pulmonar causada por el sarampión, según informó el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas. ​

Este brote ha resultado en 481 casos confirmados de sarampión en Texas hasta el viernes, lo que representa un aumento del 14% en comparación con la semana anterior. La mayoría de los afectados son niños no vacunados, lo que subraya la urgencia de las campañas de vacunación.

La comunidad de Seminole, epicentro del brote, ha sido profundamente impactada. El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., visitó la localidad para ofrecer sus condolencias a la familia Hildebrand y evaluar la respuesta al brote. Kennedy enfatizó que la vacuna MMR es la forma más efectiva de prevenir la propagación del sarampión. ​

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que se transmite a través de gotas respiratorias. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos llorosos, seguidos de una erupción cutánea característica. Las complicaciones pueden ser graves, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados. ​

La vacunación es fundamental para prevenir brotes. Dos dosis de la vacuna MMR tienen una efectividad del 97% en la prevención del sarampión. Sin embargo, las tasas de vacunación han disminuido en algunas comunidades, facilitando la reaparición de la enfermedad. En el condado de Gaines, donde se originó el brote, solo el 82% de los niños de jardín de infantes están al día con sus vacunas, por debajo del umbral del 95% necesario para la inmunidad colectiva.

Las autoridades de salud instan a los padres a vacunar a sus hijos y a estar atentos a los síntomas del sarampión. Además, se recomienda que las personas no vacunadas que hayan estado expuestas al virus se aíslen para prevenir una mayor propagación.

Este brote pone de manifiesto la importancia de mantener altas tasas de vacunación para proteger a las comunidades de enfermedades prevenibles. La trágica pérdida de dos niños en Texas sirve como un recordatorio doloroso de las consecuencias potenciales de la falta de inmunización.