El legendario jugador de la NFL y actual entrenador jefe de los Colorado Buffaloes, Deion Sanders (57 años), vive un nuevo capítulo en su historial médico tras anunciar una enfermedad misteriosa que le impide sumarse a los preparativos de la pretemporada. Aunque sin diagnóstico público, varias fuentes coinciden en que Sanders se encuentra recuperándose en su residencia de Texas, fuera de Boulder, y bajo observación médica.

Según ESPN, el entrenador se abstuvo de regresar al campus mientras este lunes arrancaron los campamentos de verano en la Universidad de Colorado, en medio de un probable “problema de salud no especificado” . Su hijo mayor, Deion Sanders Jr., transmitió en vivo desde Texas que su padre está “sintiéndose bien” y prometió que Sanders explicará su situación al regresar a Boulder .

En sus primeras palabras públicas tras el silencio, Sanders publicó en X: “TODO ESTÁ BIEN y seguirá así… Dios me tiene como nadie… estoy emocionado por volver a Colorado”. Este mensaje de optimismo llega después de una aparición limitada en el podcast de Asante Samuel en mayo, donde reveló una pérdida de aproximadamente 6,3 kg (14 libras) y comentó que lo que enfrenta ahora está “a otro nivel”.

Este nuevo episodio se suma a su trayectoria de graves complicaciones circulatorias: en 2021 se le amputaron dos dedos del pie izquierdo a causa de coágulos y en 2023 requirió una cirugía de emergencia para tratar coágulos en ambas piernas . En aquel entonces, los coágulos le provocaron también pérdida de sensibilidad y dolor crónico, afectando su movilidad .

Lo más preocupante no solo es el nuevo problema, sino la falta de un plazo claro de retorno: tanto su hijo como la universidad han evitado definir cuándo regresará a liderar a su equipo en Boulder. Mientras tanto, su figura mediática ha disminuido: el Buffaloes prosiguen sus entrenamientos sin su presencia habitual y sin conferencias oficiales.

Deion Sanders, dos veces campeón del Super Bowl y miembro del Salón de la Fama, ha construido un liderazgo carismático desde que asumió en Colorado en diciembre de 2022. La incertidumbre sobre su salud despierta preocupación entre aficionados, colegas entrenadores y profesionales de la salud. La clave, dicen especialistas, será determinar si esta enfermedad es una recaída de sus problemas circulatorios o si se trata de una patología completamente nueva. Por el momento, la prudencia médica es priorizada por su entorno.

Cuando regrese a Boulder, probablemente acompañado de un informe médico detallado, los Buffaloes —y el mundo del deporte— estarán atentos a su evolución. Hasta entonces, los seguidores de Coach Prime confían en su fortaleza para enfrentar este nuevo round, y en que su voz, enfoque y presencia vuelvan a resonar pronto en el fútbol universitario.