Brote de Sarampión en EE. UU.: Texas en Alerta y Casos Vinculados a Viajes Internacionales​

El sarampión, una enfermedad que se consideraba eliminada en Estados Unidos en el año 2000, ha resurgido con fuerza en 2025, alcanzando cifras alarmantes. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hasta el 17 de abril se han reportado 800 casos en 25 jurisdicciones, siendo Texas el estado más afectado con 597 casos confirmados. ​

El epicentro del brote en Texas se encuentra en el condado de Gaines, una comunidad menonita con bajas tasas de vacunación. Hasta la fecha, se han registrado 62 hospitalizaciones y dos muertes de niños en edad escolar, ambos no vacunados y sin condiciones médicas subyacentes. ​

Paralelamente, los estados de Luisiana, Misuri y Virginia han reportado sus primeros casos de sarampión en 2025, todos vinculados a viajes internacionales. En Luisiana, un adulto no vacunado del área metropolitana de Nueva Orleans fue diagnosticado tras regresar de un viaje al extranjero. En Virginia, un niño menor de 4 años contrajo la enfermedad después de un viaje internacional, y en Misuri, un niño fue diagnosticado en el condado de Taney. ​

La propagación del sarampión se ve exacerbada por la desinformación y la disminución en las tasas de vacunación. El 96% de los casos reportados en 2025 corresponden a personas no vacunadas o con estado de vacunación desconocido. Además, figuras públicas han difundido teorías conspirativas y tratamientos no comprobados, lo que complica los esfuerzos de salud pública. ​

Los expertos en salud enfatizan que la vacunación con dos dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) es altamente efectiva, con una eficacia del 97% en la prevención del sarampión. La situación actual subraya la importancia de mantener altas tasas de vacunación y de combatir la desinformación para prevenir futuros brotes.​

En un mundo interconectado, la vigilancia epidemiológica y la cooperación internacional son esenciales para controlar la propagación de enfermedades prevenibles por vacunación. La experiencia actual en Estados Unidos sirve como recordatorio de que la complacencia puede revertir décadas de progreso en salud pública.