
¿Hasta qué punto es saludable el remedio presupuestario de Trump?
El enorme plan presupuestario de Trump combina recortes fiscales, profundas reducciones del gasto social y un impuesto sobre las remesas.
Con un margen mínimo de 215 votos contra 214, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves el ambicioso proyecto presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump. Bautizado por el propio mandatario como la “One Big, Beautiful Bill Act”, el paquete legislativo promete cumplir varias de sus principales promesas de campaña: extender por una década los recortes de impuestos aprobados en 2017, imponer límites al gasto público y, de paso, introducir un polémico impuesto del 3,5% a las remesas enviadas desde EE.UU. al extranjero.
Pero los efectos de este "remedio" presupuestario podrían ser más tóxicos que terapéuticos, según advierten expertos y opositores. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estima que las medidas fiscales contenidas en el proyecto podrían incrementar el déficit en más de 4,8 billones de dólares en la próxima década, mientras que alrededor de ocho millones de personas perderían su cobertura médica si se aplican los recortes previstos al programa Medicaid.
Recortes sociales y exenciones fiscales
La médula del proyecto consiste en financiar los beneficios tributarios —dirigidos principalmente a las rentas altas y empresas— mediante recortes al gasto social. El texto aprobado incluye:
- Reducción de más de 700.000 millones de dólares en Medicaid, el programa de salud pública para personas de bajos ingresos.
- Adelanto de requisitos laborales para beneficiarios de Medicaid a partir de 2026.
- Eliminación anticipada de créditos fiscales para energías limpias.
- Imposición de un nuevo impuesto del 3,5% sobre las remesas.
Esta última medida generó una fuerte respuesta del gobierno de México. La presidenta Claudia Sheinbaum lo calificó como una forma de “doble tributación”, dado que los migrantes ya pagan impuestos sobre la renta en EE.UU. El embajador mexicano, Esteban Moctezuma, celebró como un “avance importante” la reducción del impuesto original del 5% al 3,5%, pero advirtió que la aprobación definitiva seguiría golpeando a millones de familias. Las remesas a América Latina y el Caribe alcanzaron un récord de 161.000 millones de dólares en 2024, y en estados como Chiapas o Guerrero equivalen a más del 13% del PIB.
Un voto, muchas fracturas
La aprobación de este megaproyecto requirió intensas negociaciones internas en el Partido Republicano. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, logró aplacar una rebelión del ala más conservadora al incorporar ajustes que endurecen los requisitos sociales y recortan beneficios fiscales a sectores verdes. Johnson defendió el proyecto con solemnidad:
“Es el tipo de cambio transformador que las generaciones futuras estudiarán algún día. Recordarán este día como un punto de inflexión en la historia estadounidense”.
Desde el ala fiscal más dura del partido, sin embargo, las críticas no cesan. El senador Rand Paul advirtió que los republicanos terminarán siendo responsables del déficit si aprueban este paquete. Y el senador Ron Johnson fue más allá:
“Trump puede presionar a los representantes con primarias, pero no puede presionarme a mí”.
Por su parte, el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, fue categórico:
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“El mayor recorte a la asistencia sanitaria en la historia de Estados Unidos... con el fin de promulgar las mayores exenciones fiscales para multimillonarios en la historia de Estados Unidos”.
Reacción de los mercados
La aprobación de la ley provocó un repunte en los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que refleja la desconfianza de los inversionistas frente al posible impacto fiscal de las medidas. El rendimiento del bono a 30 años alcanzó 5,15%, su nivel más alto desde 2007. Al mismo tiempo, Wall Street reaccionó con caídas moderadas: el Nasdaq bajó 0,4% y el S\&P 500 perdió 0,1%.
Según la analista de Swissquote Bank, Ipek Ozkardeskaya, “el alza en las tasas es la forma que tiene el mercado de señalar una falta de confianza en el gobierno de Estados Unidos y su rumbo político”.
El proyecto pasa ahora al Senado, donde los republicanos ya anticiparon que realizarán modificaciones importantes. Se espera que el texto sea aprobado antes del 4 de julio, aunque su paso por la Cámara Alta será más difícil: los senadores enfrentan reelección cada seis años y son menos vulnerables a las presiones directas de Trump.
El presidente, no obstante, ya celebró el avance: “¡La ‘ONE BIG, BEAUTIFUL BILL’ ha sido APROBADA en la Cámara de Representantes!”, escribió en redes sociales. “Es, posiblemente, la legislación más significativa que jamás se haya firmado en la historia de nuestro país”.
El tiempo dirá si esa afirmación se sostiene o si, por el contrario, este ambicioso tratamiento fiscal y social termina por agravar el diagnóstico financiero de Estados Unidos.
Con información de AFP
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