El oro superó este martes 22 de abril un nuevo récord histórico al cotizarse en 3.500 dólares por onza, impulsado por la tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal, el aumento de los aranceles y una creciente incertidumbre sobre la economía global. Pero mientras los mercados se refugiaban en el metal precioso, Wall Street vivió un inesperado repunte tras declaraciones conciliadoras sobre China y la política monetaria.

Desde principios de 2025, el oro ha subido un 30%, consolidándose como el activo refugio por excelencia en tiempos de turbulencia. Esta escalada ocurre en un contexto complejo: una guerra comercial con China que escala semana a semana, y un conflicto interno en Washington entre el presidente Donald Trump y el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell.

El lunes anterior, los mercados se desplomaron luego de que Trump llamara “gran perdedor” a Powell en redes sociales y lo urgiera a “bajar las tasas, AHORA”. Además, circularon rumores —confirmados parcialmente por su asesor económico Kevin Hassett— de que el presidente estaría evaluando si tiene facultades para destituir a Powell.

Estos episodios despertaron el temor a una ruptura en la independencia de la Fed, lo cual provocó la huida de muchos inversionistas hacia el oro. Como explicó Rania Gule, analista de XS.com, citada por AFP, el alza se debe a “los temores de recesión en la economía estadounidense y el aumento de las tensiones políticas”.

¿Qué pasó después? Pese a ese clima, Wall Street se recuperó con fuerza el martes, con el Dow Jones ganando un 2,7% y el S&P 500 un 2,5%, tras declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, asegurando que Trump está “preparando el terreno para un acuerdo con China”. Además, según reportó CNN, Donald Trump matizó sus ideas sobre Powell y dijo que no tenía pensado despedirlo.

El ánimo mejoró aún más luego de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijera en un evento privado en Washington que esperaba “una pronta desescalada” en la disputa arancelaria con el gigante asiático.

Patrick O’Hare, analista de Briefing.com, señaló que parte del rebote bursátil se debía a la percepción de que Trump no despedirá a Powell, sino que estaría “preparando el terreno para culparlo si llega una recesión”.

Tesla y el efecto político

Uno de los protagonistas del día fue Tesla, que reportó una caída del 71% en sus ganancias del primer trimestre, con un impacto directo por “el cambio en el sentimiento político”, según la propia empresa. Sus acciones han caído más del 35% en 2025, en parte por el rol cada vez más visible de Elon Musk en el gabinete de Trump.

Aunque muchos inversores optaron por ignorarlo, el Fondo Monetario Internacional advirtió que los nuevos aranceles de Trump afectarán el crecimiento global. El FMI revisó a la baja su proyección para este año, del 3,3% al 2,8%, advirtiendo sobre los riesgos a largo plazo para la economía mundial.

¿Hasta dónde llegará el oro?

Con una combinación de crisis política, guerra comercial, caída del dólar y debilidad institucional, el oro sigue ganando terreno. Algunos analistas, como los citados por Investopedia, anticipan que el metal podría alcanzar los 3.700 dólares por onza si continúa la presión sobre la Fed y no se logra un acuerdo sólido con China.

El oro no sube solo porque sí: sube porque el sistema político y económico global está bajo presión. Los mercados han reaccionado en modo defensivo, con un ojo puesto en la geopolítica y otro en la Reserva Federal. Lo que ocurra en las próximas semanas podría determinar si este récord es solo un pico momentáneo o el comienzo de una nueva era dorada para el metal precioso.

Con información de AFP