Debido al decremento de apoyo financiero por parte de la ciudad, el Museo de Arte de Philadelphia tendrá que recortar personal y programas, reducir salarios y por último si, es que la ciudad lo aprueba, incrementar el costo de la admisión.

En total serán 30 plazas las que se eliminarán, de los cuales ninguna serán curadores, 16 personas serán despedidas y las 14 plazas restantes eran posiciones disponibles que ya no serán requeridas. A los empleados de antigüedad se les reducirá el sueldo de 5 a 10 por ciento dependiendo en su antigüedad.

Con estas medidas se espera reducir el presupuesto con el que opera el museo que es de $1,7 millones. Este año el museo recibió $2,4 millones de la ciudad comparado con $3 millones el año pasado.

Si las cosas siguen así se espera otro recorte el próximo año. Por su parte, el presidente interino Gail M. Harrity dijo que están comprometidos a balancear el presupuesto para poder enfrentar lo que venga el próximo año. 

Lea cómo lo reportó el Philadelphia Inquirer.