Simona Brambilla es la nueva Prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. (Foto Vatican News)
Simona Brambilla es la nueva Prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. (Foto Vatican News)

Una italiana es la primera mujer al frente de un ministerio del Vaticano

Simona Brambilla se convirtió en prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. ¿De qué se trata el anuncio?

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Todo sobre inmigración

"No es un emperador"

Sobre las fake news

Trabajos Fantasmas

5 tendencias tech para 2025

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

La historia de la Iglesia católica, con más de dos mil años de tradición, tuvo un giro radical en la última semana: Simona Brambilla, por decisión del Papa Francisco, se convirtió en prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Es la primera vez que una mujer lidera un "ministerio" del Vaticano. A sus 59 años, esta religiosa italiana es la protagonista de un giro radical en la estructura y mando del Vaticano y la Iglesia Católica; aunque algunos consideran que todavía falta mucho para que las mujeres tengan más protagonismo en la construcción de una de las iglesias con mayor número de fieles en el mundo.

Nacida en Monza, en el norte de Italia, Brambilla inició su carrera profesional como enfermera, con lo que empezó a mostrar su interés por el cuidado y la atención a los demás. Su vocación religiosa la llevó a unirse al Instituto de las Misioneras de la Consolata, donde desempeñó un papel clave como superiora general desde 2011 hasta mayo de 2023.

Durante su tiempo como líder de esta congregación, Brambilla combinó su experiencia en misión con una carrera académica: obtuvo un doctorado en psicología. Además, su trayectoria misionera incluye una amplia experiencia en África, donde trabajó de cerca con comunidades marginadas, consolidando su reputación como una líder moderada y conciliadora.

¿A qué cargo llega Brambilla? El Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica es un órgano central en la Curia romana. Este organismo supervisa las órdenes religiosas y las sociedades de vida apostólica, que agrupan a cientos de miles de religiosos y religiosas en todo el mundo. En su nueva función, Brambilla será responsable de guiar y promover la vida consagrada; es decir, ayudar para que las vocaciones religiosas sigan llegando a la Iglesia.

La revolución que falta

El nombramiento de Simona Brambilla como prefecta también genera un debate sobre el papel de las mujeres en la Iglesia. Aunque su designación es histórica, también ha sido motivo de crítica debido al nombramiento simultáneo del español Ángel Fernández Artime como "pro-prefecto" del mismo dicasterio. Algunos expertos temen que esto pueda limitar el poder efectivo de la hermana Brambilla, relegándola a un papel representativo en lugar de uno de liderazgo pleno. Sin embargo, esta situación también pone de manifiesto la tensión entre la tradición patriarcal de la Iglesia y los pasos hacia una mayor participación femenina.

El papa Francisco ha buscado ampliar el espacio para las mujeres en la Iglesia desde el inicio de su pontificado en 2013. Durante su gobierno, el porcentaje de mujeres en funciones de la Santa Sede y la administración del Vaticano ha crecido de un 19,2 % a un 23,4 %. A pesar de este progreso, las mujeres siguen enfrentando importantes barreras estructurales, como la imposibilidad de ser ordenadas sacerdotes, una cuestión que sigue siendo motivo de discusión dentro de la Iglesia.

El nombramiento de Simona Brambilla se suma a otras decisiones notables de Francisco, como la designación de Barbara Jatta como directora de los Museos Vaticanos y de la hermana Raffaella Petrini como secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Sin embargo, el último Sínodo de 2024 reveló que aún persisten grandes obstáculos para lograr un mayor reconocimiento y visibilidad de las mujeres dentro de la Iglesia.

Simona Brambilla no solo es una pionera en su papel dentro del Vaticano, sino también un ejemplo de liderazgo transformador que combina experiencia, formación y una visión renovada. Su capacidad para dialogar y conciliar, junto con su compromiso misionero, podría ser clave para enfrentar los desafíos que afectan a la vida consagrada para una Iglesia que ha venido perdiendo adeptos en las últimas décadas.

Aunque su nombramiento refleja avances significativos, también deja claro que el camino hacia una verdadera igualdad de género en la Iglesia es largo y complejo. La figura de Simona Brambilla simboliza tanto los logros como los retos que enfrenta la Iglesia católica en su esfuerzo por integrar de manera plena a las mujeres en todos los niveles de su estructura.

Con informacion de AFP