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La doctora Robertson lleva seis meses como presidenta de la institución. Foto: Cortesía
La doctora Robertson lleva seis meses como presidenta de la institución. Foto: Cortesía

De historiadora a presidenta de Widener University

La doctora Stacey M. Robertson compartió con AL DÍA sus objetivos para promover la inclusión de los latinos en la institución.

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No queda duda de que la trayectoria profesional de la doctora Stacey M. Robertson como historiadora, investigadora, profesora y decana ratifica su veteranía y pasión por la educación superior. 

Para ofrecerles un orden cronológico de la travesía de Robertson a través de la academia, es importante arrancar con su primera experiencia como profesora adjunta de historia en la Universidad de Bradley en el condado de Peoria, Illinois, donde ejerció por 20 años. Allí también dirigió el programa de Estudios de la Mujer y fue jefa del Departamento de Historia. Durante sus últimos años en esa institución, Robertson fungió como decana interina de Artes Liberales y Ciencias. 

“Me considero una feliz historiadora", confesó la doctora Robertson en entrevista con AL DÍA. 

Antes de convertirse en presidenta de la Universidad de Widener, estuvo cinco años como decana de la State University of New York College (SUNY) en la ciudad de Geneseo, Nueva York. Hasta que el primero de julio del pasado año, fue confirmada oficialmente como la undécima presidenta de Widener, una universidad privada cuya matrícula supera los 5,000 estudiantes. 

Widener cuenta con tres campus, dos de ellos localizados en Pensilvania (Harrisburg y Exton) y el otro en Wilmington, Delaware. 

En Harrisburg, Widener cuenta con la Escuela de Derecho, que refleja el mayor número de estudiantes latinos matriculados en la institución, con un total de 12,4 %. En el campus de Exton, el 6,4 % de los estudiantes son latinos, mientras que en Wilmington alcanza el 7,7 %. 

Su llegada a Widener

Robertson dejó la zona rural de Geneseo, en la región de Finger Lakes, para mudarse a Pensilvania, un estado que ya conocía a la perfección debido a su trasfondo histórico, sobre todo en la ciudad de Filadelfia. Como historiadora, Robertson le tiene un aprecio especial a ‘Philly’ y viajó en múltiples ocasiones a la ciudad para trabajar en sus investigaciones, enfocadas en la historia de los Estados Unidos para el siglo XIX y la historia de las mujeres y el movimiento abolicionista. 

Durante sus primeros cuatro meses como presidenta de Widener, Robertson se dedicó a conocer y conversar con la comunidad de estudiantes para poder afinar los objetivos de la institución y alinearlos a las necesidades de los alumnos. 

Desde el momento que pisé el campus, sentí que había llegado a casa

Entre la lista de prioridades de la recién elegida presidenta de Widener, destaca el reclutamiento de estudiantes latinos y la contratación de un equipo de líderes universitarios diverso donde el cuerpo estudiantil se vea representado.

Actualmente, la institución cuenta con una amplia variedad de iniciativas claves para apoyar a los estudiantes latinos y de primera generación a tener éxito en su vida universitaria. 

Una de estas iniciativas es el Pride Mentoring Program, con la cual los estudiantes tienen la oportunidad de contar con un mentor que los acompañe durante su primer año universitario y responda todas las dudas que surjan en el camino a la educación superior.

Además, la institución cuenta con el programa 1821, dedicado a los estudiantes de primera generación que deseen matricularse de manera temprana. El programa incluye cinco días de talleres y actividades para estudiantes nuevos y transferidos sobre cómo prepararse para la vida universitaria. Los estudiantes participantes de este programa podrán solicitar vivienda en el 1821 Living and Learning Community, donde tienen la oportunidad de convivir en un espacio junto a otros compañeros con trasfondos culturales similares. 

La Universidad de Widener también tiene al servicio de los latinos la Oficina de Asuntos de Estudiantes Multiculturales, donde se ofrece mentoría bilingüe a los estudiantes y sus padres. 

Según añadió la presidenta de la institución, uno de los problemas principales que encaran los estudiantes es la falta de asequibilidad para continuar sus estudios universitarios. Para responder a esta necesidad, Widener trabaja con el Aporte Familiar Previsto (EFC, por sus siglas en inglés) de cada estudiante para medir la capacidad económica de sus familiares. De esta forma, la institución busca calcular la cantidad de ayudas que se les puede otorgar a los futuros alumnos para que puedan matricularse y concluir su grado universitario.  

“Lo peor que le puede pasar a un estudiante es que se endeude y luego tenga que irse de la universidad sin completar su grado. Así que lo que queremos en Widener es que terminen sus estudios con poca deuda y un nivel de éxito alto”, concluyó Robertson.  

Sus credenciales académicas

Nacida en Scottsdale, Arizona, la doctora Robertson cuenta con un bachillerato en historia social y movimiento social en Whittier College, California. 

También obtuvo un doctorado en historia de la Universidad de California, Santa Bárbara.