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'Sin título', Silvia Torras, 1961-63. Wikiwand
Silvia Torras fue una artista referente del Informalismo argentino

El Instituto de Bellas Artes de NYU expondrá por primera vez en EEUU la obra de los artistas argentinos Kenneth Kemble y Silvia Torras

La exposición explora un período decisivo en la trayectoria de estos dos artistas argentinos unidos por una relación profesional y romántica.

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Bajo el título “Kenneth Kemble y Silvia Torras: Los años de formación, 1956-63”, el Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York presentará el próximo 23 de febrero la primera exposición dedicada a los artistas argentinos Kenneth Kemble (1923-1998) y Silvia Torras (1936-1970) en los Estados Unidos.

La exposición, que se alargará hasta el 27 de mayo, explora un período decisivo en las carreras individuales y de colaboración de la pareja de artistas, con el telón de fondo de su relación personal. Torras y Kemble son reconocidos por sus contribuciones al Informalismo, un estilo abstracto gestual que exploraba la expresión desenfrenada, abrazaba la espontaneidad y acentuaba la materialidad de la superficie de la pintura.

Trece años menor que Kemble, Torras, nacida en Barcelona y emigrada de niña a la Argentina, se formó en el estudio de Kemble (un amigo de su primo que la cortejaba) tras licenciarse en Bellas Artes en Buenos Aires. Su relación se convirtió rápidamente en una asociación creativa y romántica, y ambos se casaron en 1956. Kemble y Torras expusieron juntos en notables galerías de Buenos Aires, como la Galería Lirolay y la Galería Peuser, y participaron como artistas y promotores de la histórica exposición de 1961 Arte Destructivo en la Galería Lirolay.

Kenneth Kemble, Jorge López Anaya, Silvia Torras, Luis Wells, and Jorge Roiger. Wikiwand
Kenneth Kemble, Jorge López Anaya, Silvia Torras, Luis Wells, y Jorge Roiger

Tras poner fin a su relación en 1963, Torras se mudó a Ciudad de México y no volvió a pintar. Murió de un cáncer a los 34 años.  Kemble sobrevivió a Torras durante tres décadas y, en consecuencia, su carácter y trayectoria creativa han sido relatados en su mayor parte por Kemble.

“Ella me dio confianza. Fue mi primer espectador, mi primer público. Y para ella yo pintaba”, reconoció Kemble en el catálogo de una exposición de 1979, citado por el diario La Nación. “Yo era un incipiente aprendiz de las artes, terriblemente inseguro de lo que hacía y de sí mismo”, admite.

 Esta exposición, aseguran los comisarios, presenta la oportunidad única de reconocer los logros individuales de Torras, a pesar de la falta de importantes publicaciones monográficas y exposiciones fuera de Argentina.

"Me alentó, me hizo hacer, y me hizo como ser humano. Todo lo que soy, bueno, malo o mediocre, se lo debo a esta enorme mujer y a su confianza en mí”, reconoce Kemble en el mismo texto sobre la mujer que fue además su amiga, esposa y discípula. “Habíamos logrado la pareja perfecta –asegura- porque nos preocupábamos más el uno por el otro que por nosotros mismos”.

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