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Foto: material de prensa
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La nueva canción de Elkin Robinson es un bálsamo para el alma con raíces afrocaribeñas

Feelings es la nueva canción del colombiano Elkin Robinson, un bálsamo para el alma en inglés con raíces afrocaribeñas.

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Elkin Robinson canta en inglés y creole porque así da cuenta de la diversidad cultural colombiana, y al hacerlo unas letras y música que son sinceras y producen los efectos que busca en quien lo escucha. Feelings, sobre el bienestar que una persona puede producir es, sin duda alguna, una canción la abrigarse el alma en estos tiempos revueltos.

Friday to Sunday
Sunday to Friday
Every day, every night
In the dark or in the light, light, light
Every minute, every second,
Every morning, every evening
You find a way to bright my life
You find a way to bright me soul
And gonna make my feelings
Start to go your way.

Feelings es su más reciente sencillo, que sigue cercano a la actitud alegre y relajada del primer disco de 2017, Sun a Shine, pero con una mayor presencia de los sintetizadores y sin los instrumentos tradicionales –como la quijada de burro o la tabla de lavar–.

Aún así, Feelings tiene un bajo que recuerda al reggae y un bombo marcado que hacen que la melodía haga que uno se relaje al tiempo que tiene empuje. Al tiempo, los coros y el estilo de canto de Robinson, heredero de las tradiciones afrocaribeñas como el calipso y el mentó, contribuyen a esa sensación de alegría tranquila.

Elkin Robinson nació en la isla de San Andrés en Colombia, un lugar especial: su ubicación hizo que a ella llegaran españoles, franceses, ingleses y holandeses durante la colonia española en América.

Durante la colonia, San Andrés y Providencia recibieron parte del tráfico de negros esclavizados que llevaban de Jamaica a otras zonas de América. La influencia africana aún hoy en día pervive en la música, pieles y cultura de los isleños, que hasta hace un par de décadas seguían contando las historias de Anansi, el travieso dios Akan con forma de araña.  

La historia oral de la isla cuenta que, en 1668, luego de saquear Panamá, el pirata Morgan se habría refugiado de una tormenta en San Andrés, dejó un enorme tesoro escondido en una cueva –que hoy en día en un importante punto turístico, pero el tesoro sigue oculto– y los sanandresanos que hablan inglés en vez de creole dicen ser descendientes del británico. Por la época, el pirata holandés Eduard Mansvelt también tenía San Andrés como uno de sus centros de operaciones.

Todo eso dio una isla en la que se habla creole, en la que se hacen instrumentos musicales con las carracas de los burros y bajos con tinas de latón, una isla en la que los niños crecen cantando en el coro de la iglesia luterana y en una hibridación cultural que no tiene equivalente en Colombia. La isla en que Elkin Robinson creció y que se siente en su música.