LIVE STREAMING
Foto: noticel.com
Foto: noticel.com

Hoy hace 27 años la voz de El Cantante, Héctor Lavoe, se apagó

Héctor Lavoe, una de las grandes estrellas de La Fania, cambió la historia de la música latina al darle forma definitiva a la salsa.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Rumbo a Sevilla

Una súper estrella mundial

Música latina: un tesoro

Mucho más que exitosas

Apoyo al talento latino

Dominando los listados

Un Bad Bunny no tan malo

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

En 1995, dos años después de la muerte del Jibarito de Puerto Rico, El Cantante de los Cantantes, El Rey de la Puntualidad, La Voz, Héctor Lavoe, nacido Héctor Juan Pérez Martínez, Willie Colón y Rubén Blades sacaron “Tras la tormenta”, que incluye la canción “Homenaje a Héctor Lavoe”.

Un trombón frasea un lamento, el lamento en que se siente cuánto habrá llorado Willie Colón tras la muerte de Lavoe, y como no quiere seguir llorando, le canta:

Lavoe, la voz del sentimiento
Lavoe, la voz es tu instrumento
[…]

Lavoe, la voz del sufrimiento
Lavoe, de un pueblo contento.

[…]

Lavoe, la voz del sentimiento...
Lavoe, la voz del movimiento...

Héctor, escucha mi lamento.

Esa orfandad en que quedó Willie Colón tal vez sea la más profunda de la historia de la salsa porque ellos dos empezaron su viaje cuando Colón tenía diecisiete años y Lavoe veintiuno: en 1967 salió su primer disco juntos: El Malo.
 

Según César Miguel Rondón, autor de la historia sacra de la salsa “El libro de la salsa. Crónica de la música del Caribe urbano”, la orquesta que ellos dos montaron es, a decir de los que la conocieron en aquella época, “una de las peores bandas que jamás hayan sonado en la música latina”, pero el disco “con toda la pésima calidad de la música, con las evidentes deficiencias que brotaban insistentemente a lo largo de los surcos, fue un éxito”.

El Malo, disco del que sólo se recuerda la canción que le dio nombre, en efecto muestra un par de adolescentes que apenas estaban conociendo sus respectivos instrumentos, pero que un año maduraron a paso de gigantes.

En 1968 sacaron The Hustler, siguiendo la estética gangster de El Malo, ya con una orquesta mucho más ordenada, un Héctor Lavoe que ya había asumido que no podía cantar en inglés y que tampoco era su problema y en el que, además, divorciaron definitivamente la salsa del boogaloo:

(El bugalú no va conmigo)
Ay, cosa rica el bugalú, pues báilalo tú
(El bugalú no va conmigo)

A partir de aquí esta dupla creó gran parte de los grandes éxitos de La Fania: Ché Ché Colé, La Murga, Ah-ah/ O-no, Aguanile, Soñando Despierto, Todo tiene su final, Calle Luna Calle Sol, El día de mi suerte, y en esta lista vamos a penas por 1973. 

La historia de Héctor Lavoe, como ha sido la de tantos grandes músicos en la historia, estuvo llena de sufrimiento, depresión y abuso de sustancias. Su enorme sensibilidad le pagó factura y en última instancia le cobró la vida: Lavoe murió el 29 de junio de 1993 por un paro cardiaco devenido de las complicaciones que le produjo haber contraído sida por una aguja infectada.

Pero esa misma sensibilidad desbordada fue la que le permitió llegar a los millones de personas que lo amaron en vida y lo siguen amando en muerte. Lavoe, con el sufrimiento que cargaba entre pecho y espalda tenía razón, antes del día de su muerte su suerte cambió, lo que no cambió fue el desgarro que por dentro llevaba.