Bruce Springsteen
Uno de los artistas más ácidos es Bruce Springteen que hizo duras críticas a Trump durante un concierto. (Foto de Drew ANGERER / AFP)

Los artistas contra Trump son mayoría

Músicos, actores, productores y cineastas pasan a la ofensiva contra las políticas de Donald Trump.

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una tormenta en el mundo del espectáculo tras atacar con dureza al legendario músico Bruce Springsteen, a la superestrella del pop Taylor Swift y a figuras prominentes del cine como Robert De Niro, Pedro Pascal y el director Raoul Peck. En respuesta, actores y realizadores han elevado el tono de sus críticas y alertas contra el mandatario, en medio de un ambiente político cargado que ha tomado el Festival de Cannes como escenario.

Desde su plataforma Truth Social, Trump calificó a Bruce Springsteen como un “cretino prepotente y desagradable”, dijo que “nunca me cayó bien” y lo tildó de “tonto como una piedra”. La respuesta llegó luego de que el rockero iniciara su gira europea afirmando que Estados Unidos está gobernado por una “administración corrupta, incompetente y traidora”. Para el presidente, Springsteen —a quien describió con “cara arrugada como una pasa”— “está sobrevalorado” y “debería MANTENER LA BOCA CERRADA hasta que regrese al país”.

El artista, conocido como “El Jefe”, ha sido un crítico constante del expresidente republicano y apoyó activamente la candidatura de Kamala Harris. En un concierto en Manchester dijo: “Mi hogar, el Estados Unidos que amo, el Estados Unidos sobre el que he escrito y que ha sido un faro de esperanza y libertad durante 250 años, está en peligro”.

Trump también volvió a cargar contra Taylor Swift. “¿Alguien se ha dado cuenta de que, desde que dije ‘ODIO A TAYLOR SWIFT’, ya no está ‘de moda’?”, escribió en redes. La cantante, quien respaldó a Harris en las elecciones, cuenta con una fortuna de 1.600 millones de dólares y es la artista más premiada de la industria musical estadounidense.

Mientras tanto, en el Festival de Cannes, las críticas a Trump se han multiplicado. Raoul Peck, director haitiano nominado al Oscar y ganador del Emmy, dijo a AFP que Estados Unidos está ya inmerso en un régimen autoritario. “Todos los signos están ahí, todos los hechos están ahí, donde cada sección de la sociedad es atacada”, declaró. “Periodismo, justicia, la verdad… todos los elementos que construyen una sociedad democrática están bajo ataque”.

Peck, cuyo documental sobre George Orwell, Orwell: 2+2=5, se estrenó fuera de competencia, comparó la actual represión a académicos y medios en EE. UU. con los mecanismos de control retratados en las novelas 1984 y Rebelión en la granja. “Eso es lo que hace la dictadura: aterroriza”, afirmó. Para él, Orwell fue testigo de los sistemas autoritarios desde dentro: “Sabía cómo se oprimía. Los pueblos enteros eran adoctrinados. Los asustas. Vas uno por uno: contra un juez, un abogado, un académico, un medio”.

El actor chileno-estadounidense Pedro Pascal también alzó la voz desde Cannes: “Es muy aterrador para un actor hablar sobre temas como este”, dijo en referencia a la política migratoria de Trump. “Soy un inmigrante. Mis padres son refugiados de Chile. Huimos de una dictadura y fui lo suficientemente privilegiado para crecer en EE. UU. después de recibir asilo en Dinamarca... Apoyo esas protecciones”. Durante una rueda de prensa, lanzó un mensaje directo: “Sigan contando historias, sigan expresándose y sigan luchando por ser quienes son. Que se jodan los que quieren hacerlos sentir miedo. Y luchen”.

Pascal presentó en Cannes Eddington, una sátira política ambientada en Nuevo México durante la pandemia, que expone los extremos del clima político estadounidense. El director Ari Aster confesó temer que la polarización lleve a la violencia: “Nada se está haciendo para calmar las furias”.

Robert De Niro, por su parte, fue uno de los primeros en Cannes en denunciar al mandatario. En la ceremonia de apertura, calificó a Trump como “el presidente filisteo de Estados Unidos” y dijo que “no se puede permitir que el matón gane”. En entrevista con AFP agregó: “Mucha gente en Hollywood comparte mis puntos de vista sobre Trump, pero tienen grandes negocios y temen su furia. Tienen que decidir: ¿sucumbir o decir no?”.

La crítica del sector cinematográfico no se limita al terreno ideológico. Trump propuso aranceles del 100% para películas producidas fuera de Estados Unidos, una idea que ha sido duramente rechazada incluso por productores que votaron por él. “Está matándonos”, dijo un veterano de la industria a AFP, bajo anonimato. Louise Lantagne, de la agencia canadiense Quebecreatif, advirtió que sería “el infierno” para la industria. Sylvain Bellemare, ganador del Oscar por Arrival, explicó que muchas películas financiadas por estudios estadounidenses se filman en países como Canadá o Sudáfrica por razones de costos. “Es un desastre potencial”, añadió Scott Jones, de Artist View Entertainment.

Aunque figuras como Jon Voight y Sylvester Stallone firmaron una carta agradeciendo a Trump por poner el tema en la agenda, también pidieron incentivos fiscales en lugar de aranceles. El consenso en Cannes es que las propuestas del presidente están generando incertidumbre y afectando las inversiones internacionales.

El telón de fondo es un festival que este año ha estado fuertemente politizado. Mientras las películas siguen atrayendo reflectores, muchos artistas coinciden en que la democracia —como dijo Raoul Peck— “no es un bien de consumo que se compra una vez para siempre, es algo por lo que se lucha todos los días”.

Con información de AFP