El estado de Texas solicitó al Departamento de Seguridad Interior el envío de nuevos recursos y de "1.000 efectivos más" a la frontera si la violencia sigue agudizándose en el norte de México, informó el martes el gobernador Rick Perry.

"He estado en contacto directo" con la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, dijo Perry a los periodistas luego de reunirse con autoridades locales, estatales y federales en el Monumento Nacional de Chamizal, separado por el río Bravo de Ciudad Juárez que es una de las localidades más golpeadas por la violencia en México.

"Y le pedí un aumento sustancial de tecnología, en forma de recursos aéreos así como 1.000 efectivos más que puedan asignarse a diferentes partes de la frontera", señaló.

Cuando se le preguntó si se refería a recursos policiales o militares, Perry respondió: "No me importa. Mientras sean botas en el terreno que estén entrenadas adecuadamente para lidiar con la región fronteriza, no me importa si son oficiales militares, u oficiales de la Guardia Nacional o si son agentes aduanales".

Perry, quien ha dicho en varias ocasiones que el gobierno federal no ha cumplido con la seguridad de la frontera, dijo el martes que espera el apoyo general de la legislatura de Texas para la solicitud de destinar 135 millones de dólares a medidas de seguridad dirigidas por el estado.

El jefe de seguridad interior en el estado, Steve McCraw, dijo que los esfuerzos estatales unidos a los del gobierno federal se enfocarían en las violentas actividades de los cárteles de las drogas mexicanos en Texas, incluyendo el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, así como armas y grandes cantidades de dinero hacia México.

Desde enero del 2008, alrededor de 1.900 personas han muerto en Ciudad Juárez por los enfrentamientos entre los cárteles de las drogas.

Mientras Perry, McCraw y el general retirado y ex zar antidrogas estadounidense, Barry McCaffrey, hablaban con los reporteros, varios policías de El Paso vigilaban el parque fronterizo armados con rifles de asalto al hombro.