La explosión de un coche-bomba en la madrugada de este lunes en Cali mató a cinco personas e hirió a 26 más, en un atentado que la policía atribuyó a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El comandante de la Policía Metropolitana, coronel Gustavo Ricaurte, así lo declaró a periodistas al afirmar que la acción terrorista fue responsabilidad de milicianos urbanos de esa organización rebelde.

La detonación del coche bomba, al parecer un taxi cargado con 80 kilos del explosivo "anfo", causó enormes destrozos en la planta baja y los primeros pisos del Palacio de Justicia y en decenas de edificaciones vecinas del centro de Cali, incluidas la sede de la Fiscalía Regional y el conocido Hotel Aristi.

La detonación se registró en los primeros minutos de la madrugada del lunes en el sector céntrico de la tercera ciudad colombiana en población.

Las autoridades señalaron que aprovecharán imágenes grabadas por dos cámaras de vigilancia del centro de Cali para tratar de identificar a los responsables y anunciaron, además, que pagarán cien millones de pesos (unos 47.000 dólares, 32.000 de euros) a quienes con su información conduzcan a detener a los autores de la acción terrorista.

Tanto el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, como el gobernador del Valle del Cauca, departamento del que la ciudad es capital, Juan Carlos Abadía, visitaron la zona del atentado y convocaron a un consejo de seguridad en la madrugada.

Abadía confirmó que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, llegará a Cali en la mañana de este lunes, para encabezar un consejo extraordinario de seguridad con autoridades locales.

Los muertos son al menos tres mendigos que pernoctaban habitualmente en los alrededores del Palacio de Justicia, un taxista alcanzado por la onda explosiva que destruyó su vehículo, y una transeúnte, mientras los heridos son también transeúntes, vendedores ambulantes y un policía.

"Yo venía por la Carrera 10 cuando sentí el estruendo y vi el carro en llamas. Todo está muy destruido", dijo una vendedora de tintos que transitaba por la zona y que resultó herida en los pies.

Los heridos son atendidos en los hospitales San Juan de Dios y Universitario de Cali, mientras en el lugar de la explosión, que dejó un enorme cráter, artificieros policiales trabajan para establecer la cantidad exacta del material utilizado para cometer el atentado.

Cali también fue sacudida en una madrugada de abril del año pasado cuando otro coche bomba fue detonado frente a la sede de la Policía local en otra acción atribuida igualmente a las FARC y que dejó varios muertos y heridos.