Los Phillies tienen que tener cuidado con los Mets este fin de semana.

El equipo que representa a la Gran Manzana en el Viejo Circuito todavía tiene suficiente material y corazón para hacerle daño a Filadelfia.

La debacle de la despedida de Willie Randolph quizás sea el despojo que necesitaban los Mets para cambiar su suerte. Randolph es un gran caballero, un hombre que sabe mucho sobre el béisbol, pero desafortunadamente no pudo hacer el trabajo como piloto en su primera oportunidad dirigiendo en la Gran Carpa.

La tensión predominó en el camerino de los Mets en las últimas dos temporadas de Randolph como manager. Las lesiones, las malas rachas, el derrumbe catastrófico del equipo al final del 2007, el pobre comienzo del equipo en el 2008, y rumores de intriga y bochinches entre el dirigente y algunos miembros de la gerencia de la organización creó un ambiente de alta tensión.

Randolph le puso gasolina al fuego cuando alegó que la emisora que transmitía los juegos de los Mets, una entidad que le pertenece al equipo, era racista y estaba en contra de él.

La despedida de Randolph y sus sustitución por Jerry Manuel le ha dado a los Mets borrón y cuenta nueva. También le dio un capataz más experimentado y con un historial de éxito. Manuel fue el dirigente del año de la Liga Americana (2000) y cuenta con una marca de 500-471 como piloto en las Mayores. Él fue el ‘coach’ de tercera base (1992-96) de Felipe Alou cuando el primer dirigente dominicano en la historia era el manager de Montreal. Manuel también fue el entrenador de banco de Jim Leyland cuando los Marlins ganaron la Serie Mundial contra los Yankees (1997).

Los Mets cuentan con David Wright, José Reyes, y Carlos Beltrán en su alineación. Ellos tienen a Johan Santana, John Maine, y Pedro Martínez en su rotación. Su ‘bullpen’ cuenta con Pedro Feliciano, Duaner Sánchez, y Billy Wagner. También hay varios peloteros que aunque han tenido sus dificultades en los últimos años, tienen la habilidad y el corazón para hacer grandes contribuciones.

Manuel tiene la experiencia, la paciencia, y la labia para ayudar a Carlos Delgado a regresar a su vieja forma, darle más confianza a Óliver Pérez, y sacarle más a otros jugadores de los Mets.

Delgado comenzó a responder. Su poder regresó. En sus primeros 12 juegos desde el 17 de junio, la fecha cuando Ómar Minaya despidió a Randolph, Delgado pegó 5 jonrones y remolcó 13 carreras.

Pérez, por su parte, lanzó una joya contra los Yankees. El nativo de Culiacán, México tiró 7 entradas, permitió sólo 3 hits, una carrera, y ponchó a 8 sin conceder BB.

Los Mets tienen marca de 6-6 en los primeros 12 juegos que dirigió Manuel. Dicho récord junto a la ráfaga de derrotas de los Phillies en las últimas dos semanas tenía a los Mets a 3 juegos de distancia de la primera posición el último día de junio.

Falta mucha pelota por jugar esta temporada. La guerra por la cima de la División no es una carrera entre dos equipos. Atlanta y los Marlins también la pueden ganar. Con tantas variables, es posible que un experimentado piloto con una tripulación de bucaneros pueda sorprender a muchos.

Los Phillies tienen que tener cuidado que este año no sean ellos los que sufran el bochorno de dejar que un banderín se le pase por las manos.