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En la víspera de la juramentación del Presidente Electo Donald Trump, el 20 de Enero, varios colectivos artísticos e independientes se han organizado a nivel nacional para llevar a cabo "acciones directas" tanto en Washington como en el resto del país. Foto: DisruptJ20
En la víspera de la juramentación del Presidente Electo Donald Trump, el 20 de Enero, varios colectivos artísticos e independientes se han organizado a nivel nacional para llevar a cabo "acciones directas" tanto en Washington como en el resto del país…

Cólera organizada: #DISRUPTJ20 está en marcha

Un colectivo de activistas locales se ha organizado bajo el eslogan “DISRUPTJ20” (“Detengamos el 20 de Enero”, en inglés), en colaboración con el DC Welcoming Committee, para convocar a manifestantes, trabajadores y cualquier persona que desee sumarse, a boicotear la toma de posesión del Presidente Electo de los Estados Unidos, Donald J. Trump.

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Un colectivo de activistas locales se ha organizado bajo el eslogan “DISRUPTJ20” (“Detengamos el 20 de Enero”, en inglés), en colaboración con el DC Welcoming Committee, para convocar a manifestantes, trabajadores y cualquier persona que desee sumarse, a boicotear la toma de posesión del Presidente Electo de los Estados Unidos, Donald J. Trump.

DISRUPTJ20 ha puesto en marcha una red de personas para organizar protestas masivas que pretenden alterar el día de la envestidura de Trump, difundiendo acciones directas en la calle y a través de cualquier medio de comunicación que esté a su alcance.

La organización detrás de la campaña es la DC Welcoming Committee, fundada por varias organizaciones sin fines de lucro, sin inclinaciones políticas, “quien rechaza todo tipo de dominación y opresión, particularmente aquellas basadas en raza, clase y género”, e invita a llevar a cabo cualquier iniciativa en este marco.

A través del ofrecimiento de alojamiento, comida e incluso asistencia legal, el DCWC planea llegar incluso a paralizar la ciudad de Washington durante la ceremonia, utilizando barricadas y marchas que detengan el tráfico y el tránsito público.

La cita es el día Viernes 20 de Enero, a las 9 AM en McPherson Square, desde donde se orquestarán una serie de movilizaciones, de acuerdo con su página web www.disruptj20.org.

El colectivo define la “acción directa” como “una acción colectiva para generar cambios sociales sin ceder el poder a una autoridad o a un intermediario”. “No pedimos permiso ni creemos en las políticas electorales, por el contrario, utilizamos nuestros cuerpos para detener la delicada operación del sistema al que nos oponemos”.

Asimismo, el movimiento ha hecho públicos sus principios:

  1. Nuestra solidaridad se basará en el respeto a la diversidad de tácticas y los planes de otros grupos.
  2. Las acciones y tácticas utilizadas serán organizadas para mantener cierta separación en tiempo y espacio.
  3. Cualquier debate o criticismo se mantendrán dentro del movimiento, evitando cualquier denuncia pública a través de los medios hacia cualquier compañero activista o evento.
  4. Nos oponemos a la represión estatal hacia la disidencia, incluyendo la vigilancia, infiltración, disrupción y violencia. Acordamos no apoyar acciones de las fuerzas de seguridad contra cualquier persona.

Al mismo tiempo, más de 130 artistas y críticos se han sumado a la protesta, a través de la recolección de firmas para cerrar institutos culturales o cualquier actividad del dominio artístico durante el día Viernes 20 de Enero.

Entre ellos, Cindy Sherman, Richard Serra, Louise Lawler, Joan Jonas y Julie Mehretu, artistas de corte internacional, cuyas trayectorias profesionales les preceden. Su variante de la protesta lleva por título “J20 Art Strike” (Protesta Artística del 20 de Enero), y se oponen, como reza su llamado, a la “normalización del trumpismo”. “No es una protesta contra el arte, el teatro o cualquier forma cultural. Es una invitación a motivar estas actividades nuevamente, para reimaginar estos espacios como lugares donde las formas de resistencia intelectual, perceptiva, sentimental y activista puedan llevarse a cabo”.

Si bien la iniciativa se ha diseminado y ha llegado a ambas costas del país, grandes instituciones artísticas como el MoMA, el Whitney Museum y el Lacma, han manifestado que sus puertas se mantendrán abiertas, pues las casas culturales del país son el centro del diálogo y del compromiso cívico, haciendo eco de lo que el columnista de The Guardian, Jonathan Jones, manifestó en su espacio:

“Emocionalmente, simpatizo completamente (…) sin embargo, un paro artístico es la idea menos efectiva de resistirse a Trump que he escuchado. Admiro a algunos de estos artistas, pero la idea de que los museos ayudarán en algo al cerrar sus puertas, o que los estudiantes asustarán a la clase media americana para que vuelvan a su cordura suspendiendo clases de arte, es una muestra no de políticas realmente peleadas sino de posturas radicales superficiales de miembros muy bien posicionados y cómodos en la élite cultural”.

Otra iniciativa, un poco más arriesgada, fue la del artista Uruguayo de origen Alemán, Luis Camnitzer (ahora ciudadano americano), quien ha lanzado una petición al Presidente Electo Donald Trump de que encargue la construcción de una muralla naranja en la frontera con México, al artista de instalaciones y primer miembro del dúo creativo “Christo y Jeanne-Claude”.

“Querido Presidente-Electo Donald Trump: por favor, encargue al artista americano Christo la creación de una nueva versión de su Running Fence para separar a los Estados Unidos de México. Su primer proyecto en Sonoma se completó en 1976 con gran éxito. Aunque entonces sólo contaba con 24.5 millas, a la larga el día de hoy podría transformar un proyecto racista en un evento público de arte, y ayudaría a mejorar la imagen de los Estados Unidos con una fachada cultural”.

La antigua obra de Christo, Running Fence, consistía en una larga pared de tela, estructurada con postes de metal, y recorría las zonas rurales de Sonoma y Marin en California. Esa analogía de la separación del espacio, era a lo que Camnitzer – quien suele recurrir al formato lingüístico en sus obras – hacía referencia en una petición que inmediatamente se viralizó y se ha hecho muy popular en las redes.

De una u otra manera, las iniciativas sociales, artísticas y culturales, parecieran estar a la orden del día, sobretodo en una circunstancia en la que la democracia norteamericana necesitará de todos los recursos a mano para mantener el barco a flote.

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