Digo eso porque parece que la Phiebre de este año será más duradera y no es apta para cardiacos.

El año pasado los Phillies no capturaron el banderín de la División Este de la Liga Nacional hasta el último día de la temporada.

Los Phillies se hicieron dueños del cetro de su división este año en su penúltimo partido. No les fue fácil hacerlo. No fue porque habían dudas de que podrían realizar la hazaña. Los tropiezos de los Mets facilitaron el proceso. Lo que lo hizo un reto fue que los Nacionales no se quisieron rendir fácilmente.

Filadelfia venció a Washington el viernes 8-4 mientras los Mets perdieron ante los Marlins en Nueva York 6-1. Una victoria el sábado le daría a los Phillies su segundo banderín en dos años.

Con el marcador 4-2 a favor de los Phillies, Brad Lidge, ‘el rematador perfecto’ (41 rescates en 41 intentos) entró a pitchear la novena entrada en busca de tres outs para coronar a Filadelfia. Lidge, sin embargo, decidió caminar la cuerda floja y subirle la presión arterial a millares de fanáticos en la región. Lidge cedió una carrera para poner el marcador 4-3 y después permitió que los Nacionales llenaran las bases con sólo un out para que el mejor bateador de Washington, Ryan Zimmerman, tomara su turno al bate. Todo indicaba que la fiesta se tendría que suspender para el próximo día o quizás para otro año. Sin embargo, Lidge logró que Zimmerman bateara una rodada por el medio del cuadro. Jimmy Rollins, el campocorto de los Phillies, se tiró de pecho, atrapó la pelota y comenzó una espectacular doble jugada que terminó con un bacanal en medio del terreno de juego.

Los Filis se consagraron con el triunfo y la Phiebre, aunque le causó malestares a los fanáticos locales, le fue fatal a los seguidores de los Mets.

El equipo de Nueva York fue eliminado el próximo día cuando perdieron su último juego de la temporada y por ende no pudieron clasificar para los ‘playoffs’ por vía del comodín.

La tenacidad de la Phiebre se mostró de nuevo cuando Filadelfia ganó su primer juego de postemporada en 15 años, el miércoles, al vencer a Milwaukee 3-1 en el primer partido de la Serie de División entre los Cerveceros y los Phillies.  

Brad Lidge entró en la novena entrada con el marcador 3-0 a favor de Filadelfia. Todo parecía que Milwaukee perdería fácilmente. Pero los Cerveceros empezaron a elaborar un resurgimiento. Un doblete de Ryan Braun y un error de Filadelfia puso el marcador 3-1, dos bateadores más tarde la situación se puso fea: corredores en tercera y segunda con dos outs. Lidge se dio cuenta tiempo a tiempo que él había llegado al límite donde es posible subir la Phiebre sin matar al paciente y terminó el juego ponchando al último bateador.

Los Phillies ganaron y millones de fanáticos en la nación, con la excepción de la gente de Milwaukee, dieron un suspiro.

Tal es la nueva Phiebre de los Phillies, es muy contagiosa, causa ansiedad, y parece ser mortal para todos los que no son seguidores del equipo.

¿Hasta cuando contarán los fanáticos de Filadelfia con suficiente inmunidad para que la Phiebre no les cause daño?

¿La Serie de División?

¿La Serie de Campeonato de Liga?

¿La Serie Mundial?

¿Hasta que los Phillies capturen un Campeonato Mundial?

Veremos....